Ser
una persona inteligente y con habilidades ultradesarrolladas en la niñez, ¿qué
puede tener que ver con el autismo? Como sabéis, los niños autistas
tienen entre otros problemas un lenguaje limitado, escasez de habilidades
sociales, tendencia al comportamiento repetitivo y otros rasgos.
Pero también suelen ser poseedores de una
atención intensa por los detalles. Esta es una de las
características que comparten los niños prodigio analizados en el estudio
realizado por dos universidades norteamericanas sobre el historial y perfil
cognitivo de 8 jóvenes genios. Algunos de ellos fueron capaces de hablar
con pocos meses, otros sabían leer con solo dos años o tenían la capacidad de
reproducir una pieza de música con solo haberla escuchado una vez a la edad en
que los chicos suelen terminar la educación infantil.
Los niños prodigio o genios parecen
compartir algunas características propias de las personas con autismo. Además,
dice el estudio, los miembros del grupo de análisis contaban con un historial
familiar con varios casos de autismo. Por un lado, el estudio revela que la
mayoría de estos niños y niñas tiene una excelente memoria de trabajo que
así se llama al sistema que mantiene datos accesibles para su procesamiento. La
capacidad de memoria de trabajo, en las personas corrientes, alcanza para
manejar un número de siete dígitos mientras que ellos pueden retener números
mucho más largos y operar con ellos mentalmente.
La puntuación de esta característica para
todos era alrededor de 99 percentiles (medida para valorar el crecimiento del
bebé). Sin embargo, no todos lograban un elevado coeficiente intelectual:
alguno de ellos marcó solo 108. Al parecer, la precocidad de los pequeños
genios no está directamente relacionada con el CI.
Entre los rasgos más sorprendentes del
estudio está la puntuación obtenida en torno a un rasgo
típicamente autista: su feroz atención a los detalles. Tres de los chicos
tenían de hecho un diagnóstico de autismo previo (en cuatro de sus familias se
encontraron varios historiales precisamente de ese trastorno, en parientes de
primer y segundo grado.
Una de las formas de autismo ha sido
denominada síndrome de Asperger (por el médico que la
identificó): en esta, los niños no tienen problemas graves con el lenguaje, y
en cambio sí problemas sociales o de interacción. Son niños que muestran
obsesivamente su vocabulario o sus conocimientos, sin reparar en el rechazo que
producen. Y sí, también se trata de niños con una enorme preocupación por los detalles,
fácilmente confundibles con "prodigios".
Los niños prodigio, a decir de estos
científicos, parecen beneficiarse de ciertos rasgos autistas y evitar los
problemas y carencias de otros. Una posible
explicación, dice este artículo del
'Time', es que pueden ser autistas que, por alguna causa
genética o de crecimiento, han podido suprimir la mayoría de los signos de
autismo, como los problemas de interacción social o las discapacidades con el
lenguaje.
El
referido es un estudio de corto alcance, solo un primer paso, pero deja al
menos esta idea: si existen personas en las que el autismo es
"detenido" y se convierten en personas con dotes excepcionales
propias de un genio, ¿podemos esperar saber cómo se produce eso? No es la
primera vez que un texto académico sugiere que el autismo es una forma especial
de inteligencia. ¿Qué os parecen estas similitudes?
http://es.tendencias.yahoo.com/blogs/pintalabios-y-chupetes/los-niños-prodigio-y-autistas-tienen-cosas-en-063605390.html
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